Qué es el Tantra
El Tantra es una visión holística del mundo que une los aspectos mentales y físicos. El Tantra evolucionó a principios de la Edad Media en la India como parte de la filosofía india y una forma esotérica del hinduismo y más tarde del budismo.
A principios del siglo XX, el Tantra encontró cada vez más adeptos en Occidente. El renacimiento de estas enseñanzas tradicionales de la India se atribuye en gran medida al filósofo indio Bhagwan Shree Rajneesh, más tarde conocido como Osho. Osho respondió a la profunda necesidad de combinar la fisicalidad y la espiritualidad y desarrolló una forma contemporánea de enseñanza, un trabajo corporal holístico que permite las sensaciones sensuales-sexuales, y que llamó Neo-Tantra.
La palabra Tantra proviene del sánscrito. Se compone de las sílabas «Tan» (de «tanoti» = estirar) y «Tra» (de «trayati» = libre). Se puede traducir «Tantra» como «liberación por extensión».
Liberación por extensión significa expandir progresivamente la consciencia en todos los aspectos de la vida. Un tántrico practica el concepto de considerar todo en la vida como algo sagrado. ¡El tantra lo incluye todo! No se rechaza nada. El objetivo de este viaje es el amor total.
Tantra significa amor y aceptación.
El amor incondicional desempeña un papel importante en el Tantra: aceptarse completamente tal y como uno es y también aceptar y amar a los demás tal y como son. Cuanto más te abras al amor, más llegarás a un estado en el que el amor no se detiene, simplemente te rodea y permanece contigo vayas donde vayas.
Sé consciente de tu cuerpo, de tus sentimientos y anhelos en cada momento, acéptalos. Acéptate completamente. Acéptate como un ser perfecto y divino y habita en tu amor inherente.
El cuerpo, templo de Dios
A diferencia de la mayoría de las tradiciones espirituales y religiones, en el Tantra el cuerpo no se deja de lado. Por el contrario, el cuerpo es adorado como el templo de lo divino. El encuentro de dos cuerpos se considera algo sagrado y se vive conscientemente, incluso se celebra.
El tantra es básicamente una forma de vida afirmativa. Esto incluye nuestras limitaciones y nuestros «noes», nuestra sexualidad, deseos y necesidades así como nuestros miedos e inhibiciones.
Poder sexual
En contraste con las enseñanzas más ascéticas, en el Tantra el poder sexual se considera una de las fuentes de energía más fuertes. Es el poder a través del cual y con el que hemos nacido. La energía sexual es nuestra base, es energía vital pura, ni buena ni mala, simplemente natural.
En la sociedad y sobre todo en las religiones el tema de la sexualidad y la fuerza sexual fue reprimido y demonizado. Cuando la potencia sexual es reprimida y no puede fluir libremente, se producen bloqueos de naturaleza física y psicológica ya que la potencia sexual busca otros canales para expresarse. La energía es siempre dinámica y, por tanto, no se puede capturar. Nos volvemos insatisfechos y agresivos, buscando la satisfacción a través del éxito material o el poder.
Unión, Fusión, Meditación
En el orgasmo, tenemos una primera visión del despertar, de la verdadera meditación.
En el orgasmo, en el éxtasis, todos los pensamientos desaparecen. Por un momento nos sumergimos en la consciencia absoluta. De repente, somos naturales: sin pensamientos, sin control… la felicidad. Por desgracia, este momento pasa y la mente se vuelve a agitar.
A partir de la observación de que en ausencia de pensamiento la consciencia puede llevar al éxtasis, se buscó la manera de prolongar este momento. Ese fue el comienzo de la meditación.
Así, la unión de Shiva (energía masculina) y Shakti (energía femenina) en el ritual tántrico es mucho más que un acto simbólico o un encuentro placentero. El emcuentro se convierte en meditación. Es una experiencia profunda de fusión, de unión con uno mismo, con la pareja ritual y con todo lo demás.
El tantra es consciencia
El ingrediente mágico del Tantra es la consciencia. La consciencia pura no se agobia por el pasado y no se distrae con el futuro. La vida en el Ahora, en cada momento. Una acción que surge de una gran consciencia será atenta y respetuosa. Una vida consciente es pacífica y equilibrada.
La consciencia crea espontaneidad, todo se llena de alegría y paz, la energía puede fluir y la vida desarrollarse.
El tantra es un emocionante encuentro entre los sexos, una fiesta de los sentidos, un redescubrimiento de la inocencia, la liberación de las limitaciones personales y sociales, la curación de la relación mujer-hombre, la conexión con el corazón y la inmersión en el amor absoluto.
Tantra para la sanación
En el Tantra también nos encontraremos con nuestras viejas heridas. Paradójicamente, nuestras heridas son la puerta de entrada a la verdadera intimidad y a nuestra verdadera naturaleza.
Con el fin de utilizar nuestra energía sexual para el desarrollo espiritual y el despertar espiritual, debemos aceptar nuestras viejas heridas y aceptarnos y adorarnos a nosotros mismos y a nuestra sensualidad. Nuestras viejas heridas necesitan atención y cuidados cariñosos. Mientras haya un dolor encubierto y no procesado en nuestro cuerpo, la energía no puede fluir libremente. Curar significa enfrentarse al dolor.
Cuando estamos abiertos y dispuestos a sentir lo que hay, tanto el placer como el dolor, tanto la alegría como la ira o la pena y también nuestras sensaciones sexuales, entonces la transformación es posible. Las experiencias nos transforman y nos llevan directamente al ser. En este estado de ser conscientes de nuestra propia existencia, el corazón se abre y podemos relajarnos en lo más profundo porque ya no tenemos que ser nada más que lo que realmente somos.
El tantra ofrece un espacio seguro en el que nos podemos permitir sentir realmente lo que sentimos y también un espacio en el que una unión sexual se funde con la meditación y donde podemos entregarnos por completo a los estados extáticos.
Con una compañía sensible durante la sesión de Tantra, tienes la oportunidad de integrar estas experiencias dentro de un espacio protegido para que den sus frutos también en la vida cotidiana.
Objetivo del Tantra
El objetivo del Tantra es la iluminación, es decir, la presencia absoluta, el logro de un estado libre de engaño y apegos.
Estamos hablando de un estado que no es temporal sino permanente. El ser humano en su totalidad se convierte en la esencia del Absoluto, esto significa estar en completa unión con el mundo y verse a sí mismo como el todo, el amor que todo lo abarca.